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lunes, 4 de noviembre de 2013

"Más pesao que el Carlos"


¿Conoces a algún Carlos que no sea “pesao” - “jartible”- como se dice ahora. Yo te lo voy a relatar. El Carlos era leyenda viva del barrio; el soltero de oro de la casa de vecinos. El Carlos era apuesto, simpático, galán, brillante seductor. El Carlos era la alegría de las bodas y bautizos; canturreaba bien los boleros, tocaba la guitarra y la bandurria y se arrancaba por sevillanas al estilo de los Toronjos. El Carlos era Tuno de la escuela de comercio, representaba sainetes de los Alvarez Quintero en el salón de actos del Colegio Socorro. La primera “lambreta” que entró en el patio de vecinos, era la flamante Lambreta de el Carlo con cachas celeste cielo. A su grupa, me llevó a ver al Señor Cautivo por la Plaza de España y al Soberano Poder, por el vergel de San Gonzalo. El primer “seiscientos” de fábrica que aparcó en la plaza, no podía ser de otro, que el de Carlos. Un seiscientos D, matrícula SE-134. ???, verde manzana, cuyo olor a nuevo, aún conservo en las calderas de mi pituitaria. Sabe Dios, con la ilusión que esperaba cada día, la una de la tarde, hora en la que me llevaba -el Carlos- a recoger a su padre al taller en el glorioso seat. Entonces se podía circular por la Alhóndiga y adentrarse hasta las mismas entrañas de Abades para desembocar en la estrechez de Placentines. El paseo era tan evocador como distinguido; los transeúntes se apartaban al rechinar de los neumáticos, asombrados por el brillo y la prestancia del utilitario soñado. Yo me sentía un privilegiado, cuando el Carlos aporreaba mi puerta y musitaba: “canijo, vamos a dar un paseito” y allá que me llevaba a ponerle el radio al coche, un niquelado “De Val” de los 60, cuya instalación, requería taladrar la guantera de chapa del vehículo, como se hacía antiguamente. Ibamos mucho a la Venta el Pino y a la “Hacienda la Red” por cartones de huevos que vendía la hermana del Carlos. Cuando nos adentrábamos en carretera, el Carlos profería su célebre frase: “cerrad las ventanillas” que lo voy a poner a 80. A mi me daba vuelcos el corazón. Otra de las leyendas del Carlos, era su novia: todo el mundo y parte del extranjero, hablaba de la “novia del Carlos”: que si rubia tirando a castaña, que si morena con los ojos claros, que si un monumento de mujer...pero la verdad del cuento ¡ay señores, que tormento!...nadie conocía o había visto al Carlos con su legendaria novia. ¿Que porque el Carlos, era tan pesado? Se estarán vdes preguntando a estas alturas del relato. No era pesado, más bien como un disco rayado. Cuando el Carlos cogía una cantinela, la exprimía hasta la extenuación, pero lo malo no era eso, es que tenía la escogida virtud de sorprenderte y atraparte deliberadamente, aprovechando el menor descuido de la mente, para hacerte caer en la red de sus retahílas: “Canijo (¿que? contestaba un servidor atentamente) “¡que pena que se ha acabado la Semana Santa”! (confesaba el Carlos con voz lastimera, no exenta de sorna) (-Sí que es verdad- replicaba el que suscribe)... “Menos mal que ahora viene María Auxiliadora” (anunciaba el pedante con fingido júbilo) y así sucesivamente, con premeditación, alevosía y nocturnidad, hasta que por fín estrenaba otra de sus “geniales” ocurrencias. Testigo de excepción de la empalagosa tortura china del Carlos, fue Joaquín, amigo y compañero de clase en mi colegio. A la sazón nos habían mandado un trabajo de manuales, consistente en la construcción de un barco de velas con material de cartulina. El Carlos pasaba por mi puerta y nos veía, al amigo Joaquín y a mí, enfrascados en dicha labor que se nos resistía al debido acabado. Lejos de echarnos una mano, por edad y conocimientos, el Carlos -fiel a su cruzada de acabar con la paciencia del Santo Job- nos zahería con la lija de su reiterada perolata: “Todavía no habéis terminado el barco”. Al principio, tanto Joaquín ni yo, le dimos importancia a tan fastidioso estribillo, conociendo a Carlos y su clásico repertorio; pero con el tiempo, la afanada costumbre del protagonista de esta verídica historia, se convirtió en una insoportable letanía, que Carlos repetía sorpresiva y deliberadamente en cada encuentro con mi amigo Joaquín: “escucha, Joaquín ¿has hecho el barco?”...en la puerta de la calle: “Joaquín ¿has hecho el barco?”...por el zaguán: Joaquín ¿has hecho el barco?”...por el patio: “escucha, que te iba a decir, Joaquín ¿has hecho el barco?”...por los pasillos: “Joaquín, ¿has hecho el barco?...hasta en la azotea: “Oye, Joaquín, ¿hiciste el barco?”. Tal fue la frecuencia, el radio y la insistencia con que el Carlos practicó su tortura al bueno de mi amigo Joaquín, que éste terminó huyendo, aburrido y exhausto de la presencia de Carlos. Yo no digo que todos los Carlos sean pesados y fastidiosos, lo que digo que este Carlos lo era hasta la extenuación y su conducta en ese sentido, terminó convirtiéndose en leyenda urbana, que corrió de boca en boca transmitida de padres a hijos, tanto es así que en casa, mis vástagos refieren el dicho memorial cuando alguien atenta contra la paciencia de su semejante: “Eres más pesao que el Carlos. Hoy en la festividad de San Carlos Borromeo, que creído conveniente relatar esta historia verídica, sin perjuicio de las bondades que acreditan a todas las personas que llevan tan significativo nombre.

martes, 23 de julio de 2013

La Marcha AMARGURA tiene letra desde 1983

En 1981 se produjo la reorganización del grupo joven que desde hacía algún tiempo atravesaba un periodo de inactividad relativa, toda vez que continuaban sus tareas en dos ámbitos, el del campamento y el de la banda. Adoptarán la nueva denominación ya mencionada de «Grupo Joven» en vez de Organización Juvenil y sustituirán los cargos de su dirección, nombrados como presidente y vicepresidente por los de dos vocales que actuarían ejerciendo conjuntamente las funciones de dirección y coordinación del grupo. Esta renovada juventud se propone comenzar sus actividades con unos cursos de cultura cofrade, para el cual invitarán a conocidos cofrades de Sevilla, y con la organización de un coro que debía intervenir en todos los cultos solemnes de la Hermandad, ello se conseguiría a partir de la Navidad cuando hizo su presentación en la Misa del Gallo estrenando composiciones propias.
Ambos grupos juveniles, coro y banda, a partir del día 6 de enero de 1982, en la misma fecha y durante los años sucesivos irían al Hospital Infantil de la Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío a llevar un poco de alegría y entretenimiento a los pequeños allí internados en la mariana de todos los días de Reyes.
Sería en los cultos cuaresmales de 1983 (Función Principal de Instituto, 20 de febrero de 1983) cuando el coro estrenó una adaptación de la marcha Amarguras con letra compuesta por NHD Antonio Sierra Escobar.
Dicha adaptación se repitió con bastante complacencia, en las respectivas funciones de la Hermandad de Jesús Cautivo de Santa Genoveva y la cofradía Servita.

Los nombres de los integrantes que en ella aparecen son (de izquierda a derecha y de arriba abajo)
Manuel Alfonso Espinosa de los Monteros Benítez
Ángel Solís Guisado
José Luis Ángel Rosa
Luis Tovaruela Díaz
José Antonio Morilla Fernández
Juan Carlos Romero Seco
Luis Alfonso Sánchez Ibargüen Esquivias
Luis Manuel Ruiz Copete
Rafael Hidalgo Bautista
Miguel Andreu Fernández
Antonio Burgos Díaz
Antonio Sierra Escobar
José Pérez Rodríguez
Manolo Puente Jiménez
Antonio Rivera Costales
José Antonio Márquez
Ana Mª Ruiz Copete
Inmaculada Parente Rioja
Marta Parente Rioja
Salud López Solís
Mariola Sánchez
Mª Desamparados Gómez Mármol
Macarena Gómez Recolta
Pilar Ángel Rosa
Yolanda Abascal Romero (entonces directora del Coro)
Toñi Gago Lozano
Mª Regla montes Rodríguez
Mercedes Lovillo Hidalgo
Mª Victoria Ruiz Copete
Francisco Javier Morilla Fernández
Inmaculada Ruiz Lasida
Macarena Gómez Mármol
Mª Carmen Barragán Viejo
Felipe Trigueros Reinero
Ángel Casado García.
                  He aquí la letra:

Señora; cual dulce es tu Amargura
cuando la tarde llora
su malva palidez...que es
la sombra del apostol amado
compartiendo a tu lado
todo el amargo sabor a hiel.
-Notas celestiales se aunan
para componer
canto dolorido
como un himno
a tu desdén.
Poema de luces 
Amargura de la miel
crepitar continuo
en la luz de nuestra fe.
La noche en los varales
no ha sabido comprender
el llanto de Amargura
que se mece en su "vaivén".

-Silencio ya
que los muros de cal van a sentir
la dulce voz
hecha flor de santidad
-Salve-
Reina del dolor sin par.
-o-o-o-o-o--o-o-o-o-o-o-o-o-o-

   Información extraída de los archivos de la Hermandad de San Esteban, gracias a la gentileza de Ana María Ruiz Copete.

domingo, 2 de junio de 2013

El Santo del "bollicao"

Seguro que han entrado en el Santuario de Ntro. Padre Jesús de la Salud y María Stma. de las Angustias (Hdad. de los Gitanos) y que han reparado en la imagen del Beato Ceferino Gimenez, "el Pele", tallada en cedro  y policromada, por el escultor imaginero, Darío Fernández en el año 2000. Pues bien, esta expresiva imagen, representa al primer hombre de raza gitana, que subió a los altares de la mano del recordado Santo Padre, Juan Pablo II, que comparte con él la beatitud. Para dicha efeméride, la Hermandad de los Gitanos, sacó en procesión a Ntro. Padre Jesús de la Salud, para que presidiera en su paso, el pontifical celebrado en la Santa Iglesia Catedral, el 10 de Marzo de 1.997, ocupando la sagrada cátedra su Eminencia fray Carlos Amigo Vallejo, nuestro querido Cardenal emérito..
 ¿Qué no lo conocen?...pues les invito a que lo hagan, para observar el detalle curioso del "bollo" que blande el pupilo del santo, porque es un homenaje a la merienda gloriosa que nutrió a los niños de la postguerra e incluso llegó intacta a los años´60, haciendo las delicias del paladar de la generación del que suscribe. Bendito sea ese bollo con sus dos onzas de chocolate inmersas en la migazón y su honónimo  "pan con aceite y azúcar", precursores del "donde va a parar" empalagoso, "donut" y "Bollicao", actuales.
Quien sabe, si, cuando se queda el Santuario a solas, en la penumbra del templo, no se sientan en corrillo, allí, junto a la nave del evangelio, las ánimas benditas de tantos gitanos y payos a degustar el exquisito bocado que suministra el beato Ceferino... desde luego, tiene toda la pinta del trozo que le falta al bollo que muestra el niño de la imagen: ¿curioso, no? 
 

martes, 15 de noviembre de 2011

No hay bulla sin eruditos, ni procesion sin Domingos


El “cariacontecido” llegaba a las puertas del templo, media hora antes de la salida. Estreñía la nariz para acomodarse sus gafas y miraba enderedor buscando su víctima. La primera víctima era indefectiblemente un “guiri” -de esos que pasean por la Sevilla inmortal, prevenidos que a cualquier hora de la tarde; todos los día de la semana; los trescientos sesenta y cinco del año- serían testigos presenciales de un espectáculo audio-visual, procesionando por las calles. El “cariacontecido” actúa de inmediato e invita al “guiri” a compartir su sitio de privilegio; el “guiri”, no para de hacer fotos con su cámara digital; fotos a los músicos que afinan los instrumentos; foto a la espadaña, la torre, las campanas, los retablos cerámicos. Poco a poco el público comienza a abarrotar la plaza; se acerca la banda de la cruz parroquial haciendo el pasacalle y el “guiri”, no sabe donde apuntar el objetivo entre la algarabía y el desfile marcial. El “cariacontecido” no puede contener más la emoción y comienza a impartir las clases elementales de iniciación cofrade al “guiri”: "-Esto es como en semana santa, -afirma el erudito-, pero sin nazarenos y la Virgen es de Gloria; así se les denomina porque llevan en sus brazos al niño Jesús, que todavía es muy chiquetito para cargar la cruz...además se distinguen de las de semana santa, porque estas vírgenes no llevan palio-" El “guiri” lo mira atento y perplejo a un mismo tiempo, balbuceando: “Oh my Good..ok..thank...very pretty..interesting”, asintiendo amablemente, sin dejar de tirar fotos -,  fotos a los acólitos revestidos de alba; foto a los hombres trajeados y muy estirados, que portan cirios; foto a las señoras encorvadas, o en sillas de rueda, luciendo sus impecables peinados de peluquera para la ocasión; foto a los niños repeinaditos con sus “rebequitas azul marino-quinta angustia- y sus pantalones grises hasta la rodilla; fotos -oh my Good- a las exuberantes niñas del grupo joven con minifaldas generosas y piernas interminables-; fotos a los 4000 fotógrafos y pseudoaficionados a la máquina reflex, que se apuestan ya a las puertas del templo, entre los nimbos de incienso que anuncian la llegada de los ciriales. El “cariacontenido”, presenta solemnemente la salida inminente de la Virgen, subiendo el tono de la voz, el “guiri” se disloca ansiosamente, no quiere molestar y el “cariacontecido” le señala que no hay molestias que valgan, lo invita a entremezclarse en la “bulla”, lo sitúa delante de los acólitos, lo más próximo al paso. El “guiri” comienza a experimentar los agobios del no iniciado; se asfixia con el incienso, recibe los primeros codazos, se atropella contra las varas de presidencia, pero no deja de tirar fotos y más fotos a instancia, animación y éxtasis con que le arenga el "cariacontecido", mientras suplica amablemente a la concurrencia:  "and sorry-and sorry-and sorry. Súbitamente -el "guiri"- se amedrenta con la voz de los transmisores procesionales que vienen abriendo paso: "¡Señores hay que dejar trabajar al capataz, caminen hacia delante, no se paren..por favor!”...el “cariacontecido” -en esos momentos de tensión- ase del brazo al “guiri” y lo aleja de la bulla de delante del paso, con el argumento de ampliar el ángulo de visión de la salida de la Virgen: “póngase vd. aquí -caballero- y mire como parece que va a dar la ráfaga en el dintel...vamos que no cabe..¿lo está vd. viendo... ¿vé como parece imposible que traspase la ráfaga esa puerta? -oh-yes-mygood-my mather-your father-It´s impossible-wonderfull- responde el “guiri”, embargado por la expectación. ¡pues ahí la tiene-Mr. Como por obra de magia y puro milagro -toma, ya está afuera!, -sentencia el “cariacontecido”, transido de emoción- y cuando ambos estaban a punto de abrazarse como los jugadores de un equipo cuando marcan un gol: suena el himno nacional y el “guiri” se desarbola como un poseso, expresando su conmoción en los siguientes términos: “oh my good...Spanish champión cup futbool-world”...¡que vá Mr. Si esto se lo tocan aquí a la salida de todas las imágenes! -replica el “cariacontedido”-. Seguidamente el bombo y platillo de la banda, apunta nueva Marcha, que para más señas no es otra que “Callejuela de la O”, pregonada por el “carajote” de turno que en todas las procesiones la canta en voz alta con el agravante de silbar -a continuación las primeras notas. Llegado a este punto el “guiri” asocia la melodía con un pasodoble español (no va mal encaminado el hombre) y hasta mira a su alrededor por si alguna buena moza le concede el honor de este baile. El “cariacontecido” aprovecha el momento para incorporarse al “cangrejeo” que precede a toda procesión de gloria que se precie, donde se encuentran los habituales, para contemplar entre elogios a la Reina y extasiarse con los gritos apagados de los “moñas” sin jazmines; las mocitas bronceadas por los rayos uvas, los alopécicos con el “lancoste” tendido en los hombros y toda la tribu de pijos, artistas y estetas que forman parte del folklore con el mayor de los respetos y devoción, que estalla en delirios con la "apoteosis petalae". En un momento dado, quizás una parada del paso, el “cariacontecido” se encuentra de nuevo con su “guiri” y es entonces cuando lo cita para el domingo que viene en la plaza de -que más dá- para ver a la Virgen del “queda menos”, que esa sí que merece la pena no perdérsela, porque no vea vd. Mr. Lo bonita que es la imagen y el pedazo de paso que lleva...

jueves, 3 de noviembre de 2011

Costalero tuneado


costalero “tuneao”

la mujer que a tí te aguante

ya tiene el cielo ganao...




Con su chaqueta de abogado, puños de diplomático; polo del “water polo”; camisa con sus iniciales, corbata apretá o simplemente a la moda vaquera de los preciados mercadillos, el “costalero tuneao”, recorre Sevilla con carencia de centro histórico. Visitando clientes más tiesos que él, pero con empresas: “una mala empresa la tiene cualquiera”. Antes tieso que en el paro...el “costalero tuneado” poco-a-poco, las llamadas-muy cortas- se va acercando a la taberna cofrade; a la tertulia más cercana, que le proporcione su pequeña dosis de incienso de la “cruz del campo” aunque sea sin alcohol. La primera chicotá es la que más trabajo cuesta de engullir, pero para eso está la inyección de moral que le proporciona la esquina de la Plaza de la Pescadería con la cuesta del Rosario. “Ofú -dios mio de mi alma, cómo está la cosa -la una y cinco- y no he vendío una escoba”. Se palpa la cartera en el bolsillo trasero del pantalón; con cinco euros en la billetera y el tarjetero lleno de estampas de sus cristos y vírgenes, aun resuena en sus oidos la cantinela sarcástica de su parienta; “con eso tienes de sobra para desayunar algo y tomarte una cervecita”. Pero como los “costaleros tuneados” en llegando la hora del angelus, suelen tener todos la misma llamada en sus respectivos móviles, no tarda en sonar el polifono de “coronación macarena” ó el tamboril y la flauta del Reina de Triana” ó el sólo de Julio Vera o lo último en el hit parade de los “costaleros tuneados” más rancios, cual es, la marcha de moda: hosamna in excelsis. Y comienza la quedada: “illo...¡que pasa, buscapina!...¿donde estas?...ah que me estás viendo con el movil en la oreja...jajajajaja...illo, mira que eres mam...
En la penumbra vaga de la pequeña taberna: “adivinando el alba de una nueva “roncha”, aparece la silueta del Señor de la Salud”, citando al “costalero tuneado”, su fijador y amigo, compadre el “buscapina”...besos, ternura, cuantos abrazos se dan los costaleros cuando se saludan...tocan el llamador (digo el mostrador) como quien pasa la mano por el costero de una parihuela, como manda la liturgia; extraen un par de servilletas y limpian automáticamente el lecho donde van a reposar sus codales; primer “chisporroteo”: “illo lo de ayer de categoría”...aunque la vida del “costalero tuneado” sea una semana, cada Domingo sale una gloria; cada lunes hay una igualá; los martes una mudá; los miércoles; un ensayo; los jueves con otra cuadrilla; los viernes una convivencia; los sábados un pescaito y los domingos por la mañana: un potaje, una garbanzada, un tentadero...y por la tarde, rara es la vez que el costalero tuneado no libra, aunque sólo sea, matando el gusanillo en una procesión organizada por la Asociación cofrade: “La espantá”.
Segundo “chisporroteo”, el costalero tuneado, una vez sale del éxtasis que le produce la contemplación del video que acaba de despachar el tabernero (revirá interminable del titanic salvando la estrechez del iceberg con la banda tocando ininterrumpidamente hasta su hundimiento), le interpela a su fijador y compadre, el buscapina: “illo de ar-te”...de arte compadre- fue la bulla que me echó ayer mi parienta (que por cierto la plantamos en un banco “ikea” de la alfalfa con una bola de “legendario-cola” , la jarra de cerveza y la carta de los cien montaditos), mientras nosotros nos encasquetamos el costal por debajo de las cejas y comenzamos nuestra particular ronda del via-crucis de la cruz del campo y las raciones de adobo penitenciales. De categoría -compadre- replicó el costalero tuneado: asín es como se llevan los pasos: ¡bien cargaos!, para no dar dos viajes...lo malo es cuando llegué a mi casa -compadre- a las dos de la mañana, bien calentito, con ganas..tu sabes, de una buena “levantá a pulso aliviao” y me dice la parienta: “buscapina, dame la morcilla... (¡ay que alegría !)...¡esa no... la de la ropa de costalero!...y ahora si quieres trabajar a gustito, que te la tunee tu compadre”.

jueves, 18 de agosto de 2011

CONSUELO DE TONTO



 Desesperado; dicen los cristianos que esta palabra no está a la altura. Desesperado significa perder la esperanza y esta virtud es lo último que se pierde. También dicen mis hermanos, los que tanto me aman, que confíe en Dios –Dios siempre está con ellos en la alabanza y gloria de sus bienes materiales- y aunque a mí me acompaña en espíritu, no es lo mismo, rogar a Dios que me conceda el trabajo que busco con tanto ahínco, que darle gracias por gozar de una privilegiada situación. Con Dios ya cuento, aunque crea que no me escuche entre 5 millones de parados implorando la misma súplica; también cuento con la bendición y mejores deseos de mis allegados, con la solidaridad y la oración de los seres queridos…pero  no es suficiente. Uno llega a la edad –incierta- en la que viene de vuelta y comienzan a rondarle los fantasmas del pasado.  Sentado en la estación, recuerda la llegada de los trenes cargados de oportunidades, que tal vez dejó pasar o no supo coger a tiempo, o tal vez, no estaban programados para llegar al destino que esperaba…¿Quién sabe?. Lo cierto es que uno se siente inútil, no por tener que demostrar nada, sino más bien por lo que los demás exijen o esperan de uno mismo. Inutil y culpable de esa sensación de fracaso que imprime la falta de un empleo estable y hace tambalear los cimientos de la propia dignidad de la persona. Pertenezco a la generación del respeto, la educación, la disciplina y la urbanidad; palabras manidas, que desgraciadamente han sido asociadas a la falsa doctrina de una memoria histórica manipulada por intereses políticos y que hoy día –habida cuenta del fracaso sistemático- va adquiriendo su verdadera dimensión. Con esto no intento menospreciar los valores de las generaciones que nos han sucedido, pero ahí dejo lo escrito en esta bitácora como caldo de cultivo. Lo más curioso del caso –a estas alturas de la vida- es cuando uno llama  a las puertas de los que consideraba acreedores del don de DAR, tanto por posición social y acreditados recursos y se encuentra con el portazo de bruces o la diplomática evasiva en forma de bendición apostólica: el temido y tan temible “no te preocupes, ten fe, confía en Dios…no entiendo como una persona como tu”.
 Hoy río, me río a carcajadas, (ojalá pudiera desahogarme en llanto y poder derramar el manantial de lágrimas acumuladas que me sirvieran de consuelo), cuando resuenan en mis oidos aquellas célebres conjuras de mis hermanos,  en la  promesa infundada de concederme un paraiso laboral, garantizando no sólo mi futuro, sino el de mis hijos. En verdad os digo con la experiencia - si os vale de 59 años-, que lo que no haga uno por sí mismo, no lo hará nadie, independientemente de lo que quieras o puedas hacer por tu prójimo. En mi caso, debo mas a las personas extrañas y a mis escasos méritos en lo que al terreno laboral se refiere, que a las buenas y vanidosas intenciones que me han prodigado los más conocidos y allegados. No importa ahí lo dejo -como pura anécdota, aunque todavía sigo creyendo en los milagros, sobre todo al constatar las enormes dificultades que todos estamos padeciendo de cara a acceder  al mercado laboral sin distinción de credos o edades. Pero que no me vengan -a estas alturas- con bendiciones apostólicas o fraternas, que para eso ya cuento con la de mi Pastor, Monseñor Asenjo y la de mi hermano -un alto cargo de la Yunta de Andalucía. De la ayuda Divina me encargo yo, que aún me aviva la Fe , la Esperanza y sobre todo el amor a los más desposeidos como bien anuncia el Evangelio, ahora lo que realmente necesito es a un buen portero -de carne y hueso- que me abra las puertas  y me ofrezca.... Oye a lo mejor eres tú, el que  me está leyendo...¿quien sabe?...los caminos del Señor son inexcrutables y yo nunca he dejado de ser un iluso.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Delirium tremens

Manolita “la fantástica” había quedado con Francisco de Asís “el amanerado” (una parejita de cuidado), “la fantástica” con su porte de pija relamida, esbelta, disimulando siempre con el móvil en la oreja desfilando de un extremo a otro del escaparate. Francisco de Asís la vió desde la acera de enfrente, le regaló una sonrisa de saludo y cuando los vehículos que cruzaban se lo permitieron, se dirigió hacia “la fantástica” con su habitual passe de modelo. Habian quedado para ver la procesión (que otra cosa mejor podían hacer unos capillitas en un domingo por la tarde). La “fantástica”y el “amanerado”se besaron en ambas mejillas respectivamente de la manera habitual, osea como la falsa moneda, al tiempo que se intercambiaban la sarta de halagos pertinentes como corresponde a dos buenas “marujas” cortesanas: “qué guapa estás; que te has hecho en el pelo; oye, como te sienta esa blusa…tu también vienes muy elegante…si lo llego a saber no me pongo las manoletinas…niña, ¡que calor!..¡como está el tráfico!...pues fijate qué…ay, no me digas…¡qué fuerte!...¡no!...¡cuéntame!. Estaba claro que a “la fantástica”, no le iba mucho el rollo de ver procesiones (en el sentido más espiritual e iconoclástico de la palabra), pero aquello de inmiscuirse en el ambiente y pasar revista al personal que acude a verlas, pendiente de las caras conocidas de los que forman los cortejos, le fascinaba y no cejaba –un momento- de inmortalizar con su cámara digital, toda la fauna de foreros, políticos, abrazavaras, figurones, consejeros, blogueros, clérigos y demás civiles y militares, cuyas caras les eran familiares: “Mira ese es fulanito el del partido…¿no lo conoces?...¡oy, mira tú, quien va ahí…pero si es el forero rojillo que dá tanta caña…a ese es que no lo puedo ni ver…¡espera, espera –qué fuerte- mira “setanito”…con lo que ha largao de la hermandad…verás mañana, cuando cuelgue las fotos en el foro…”. Por el contrario, Francisco de Asís, no obstante mostrar absoluta complicidad con las frivolidades de su amiga, saludando y sonriendo a diestro y siniestro, se preocupaba más por el aspecto espiritual, estético y costumbrista que le deparaba el ambiente. El "amanerado", era un esteta, un apasionado erudito que se jactaba de conocer la historia con fechas y siglos de las cofradías con especial interés en la advocación letífica que contemplaban en esos momentos: “Fíjate, Manoli- ya están ahí los ciriales, son del siglo XVI…adquiridos a la hermandad de…y no te pierdas el estilo del paso ¡valiossissimo!..estilo rocalla…y qué maravilla de monte…¡qué colorido de flores del campo!..mira, mira…esos limones, esa fruta del tiempo…¿te has fijado en el detalle del pajarillo y la abeja?...¡pa comérsela!. Después de la emoción del momento, con el paso en la calle a los sones del himno nacional bajo la intensa petalada, Manolita “la fantástica” se fijó –detalladamente- en la imagen Que con tanta pasión y conocimiento, le había descrito su amigo “el amanerado” (meritísima talla del s. XVII, serena y bellísima expresión aporcelanada, luciendo primitivas joyas de incalculable valor y dotada de una unción sagrada fuera de serie. Fue entonces cuando a “la fantástica” le traicionó el subsconciente, repitiendo en sus adentros, todo lo contrario que reflejaba en su rostro con encendida emoción: “¡Por Dios bendito, si con esos coloretes, tiene toa la cara de Heidi!

domingo, 1 de febrero de 2009

BODAS CIVILES

Mi otro amigo más noble que un José de Arimatea; ex-hippi de margaritas estampadas que nunca soñaron con ser romero; ex-fumador de marijuana y bebedor empedernido de batidos de chocolate. El que hoy se declara y doy fé: librepensador-filosofo- cristiano, católico y apostólico, además de melómano...contraerá matrimonio D.M. el próximo 20 de Marzo. Lógicamente mi amigo, quería casarse por la Iglesia, hasta ahí de acuerdo con su novia, que también quiere vestirse de blanco y digo “quiere vestirse” de blanco, porque como a toda mujer, le ilusiona la puesta de largo blanca y radiante, pisando la alfombra roja hasta llegar al altar de una de las más veneradas imágenes de Sevilla, en cualquier portentosa Iglesia barroca.
Vive Dios, que mi amiga Lola, lo ha intentado, luchando en singular combate interior contra su conciencia y honor, haciendo de tripas corazón de su moral “progre”, para agradar a su futuro marido y satisfacer la otra doble moral rancia que todos llevamos dentro. Mi amigo y su prometida se patearon los principales Templos del centro de Sevilla, recabando información. En principio no tuvieron problemas con la fecha y la hora, ya que jugaban con suficiente tiempo de antelación, lo malo fue el presupuesto prestablecido que faclitaban los sacristanes y párrocos de las Parroquias e Iglesias más demandadas: a saber -en El Salvador por ejemplo- en concepto de luz, flores, ornamentos y documentación, el presupuesto se elevaba a los 600 euros; sin contar el concurso del órgano, marcha nupcial o capilla musical. Los futuros cónyuges se miraban indignidados, daban las gracias por cortesía y continuaban su camino. En la Magdalena, El Santo Angel, San Martín o La Anunciación: tres cuartos de lo mismo. En San Andrés, saltó la chispa de mi amigo Jóse A. de Arimatea -su talante de predicador- no pudo contenerse más y protestó exaltado: “pero bueno, Padre, no quedamos en que el Sacramento es un don de Dios que se administra desinteresadamente...de acuerdo que la Parroquia acepte una limosna justa y necesaria para paliar las necesidades de su apostolado...pero de ahí a que me extiendan un presupuesto pormenorizado y me obliguen “piadosamente” a saldarlo, me parece muy fuerte por no decir...” -el cura lo miró acomplaciente e inmediatamente agachó la mirada ruborizado- mi amigo se ensañó aún más con la actitud impasible del sacerdote y comenzó a citarle toda clase de capítulos y versículos del evangelio según San J.P.M.L.: "que si sepulcros blanqueados, que si expulsión de los mercaderes del templo, que si dad a Dios lo que es de Dios y al César lo del Cérsar"...a lo que el Padre, disimuló haciendo oídos sordos mientras jugaba con el ratón del PC. Lola le dió un codazo a mi amigo y éste reaccionó al instante, abandonando ambos el despacho, no sin antes apostillar su panegírico con esta sentencia bíblica: “El templo es para rezar y nó una cueva de ladrones”.
El próximo día 20 de Marzo, mi amigo contraerá matrimonio con Lola por lo Civil. Así lo decidieron aquel día que salieron indignados del despacho parroquial. Nunca estuvieron más de acuerdo dos personas con diferentes formas de interpretar sus respectivos credos. Jose A. de Arimatea- el filósofo -me refería, que Dios está hasta debajo de las piedras, por eso quizás han elegido para el enlace nupcial, un Salón Restaurante, cuyo atrió está decorado con una piedra de molino, entre otros apeos de labranza. Dice que los casará un Concejal-pregonero con muchos actos de Exaltación a la Semana Santa a sus espaldas. Lógicamente, Lola irá blanca y radiante, como van las novias que se precian y los invitados asistirán a la ceremonia, luciendo sus modelitos y podrán chismorrear, cotillear, criticar y desplumar a quien les dé la real gana, sin necesidad de pecar de irreverentes como lo hacen bajo las naves de cualquier templo barroco donde se celebra una boda. Y los niños podrán alborotar, patalear, y gamberrear a sus anchas, haciendo gala de la mala educación colectiva, que tiene que reprimir a base de pellizcos maternos, cuando están dentro de una Iglesia. Y los machos maduros con pensamientos sucios, podrán fumarse sus cigarrillos en la puerta, mientras se comen con su lasciva mirada a las jovencitas de buen ver, sin necesidad que sus gordinflonas consortes, les amonesten por no guardar la compostura en un recinto sagrado. Y los niñatos -salvese quien pueda, con sus pendientes y trajes claros con camisas chillonas y cuellos abiertos bla, bla, bla....La única condición que mi amigo Jóse de Arimatea ha impuesto al Conceja-pregonero, es que los case por el rito católico y recite la carta del Apostol San Pablo a los Corintios. Lo que Dios ha unido que no lo separe la iglesia.

viernes, 23 de enero de 2009

ROMANCE DEL RANCIO, RANCIO



Rancio que te quiero Rancio,
verdiblanco o palangana,
que al barco le llaman “paso”
y Calvario a la montaña...
Rancio de café con leche,
de picatoste y más manchas
que un papel de calentitos
despachaos por “la juana”
Rancio de despertadores,
sonajero o carrañaca,
de la blanca escupidera
debajito de la cama
. Rancio de todos los Santos
con su cajita de estampas,
del Alma-naque javierre,
la virgencita de fátima,
el bueno de fray escoba
y lamparitas “por ánimas”,
encendida en la mesilla
junto al angel de la guarda.
Rancio que te quiero, Rancio,
más rancio que una alpargata
donde nació el espartero
en la plaza de la alfalfa
viendo pasá San Bernardo
de la mano de tu “tata”
con pantaloncitos cortos
y calcetines de rayas.
Rancio te parió tu " mare"
que era todavía má Rancia
cuando apretaba en tu cuello
er nuo de la corbata
y te vestia de chaqueta
azul marino cruzada
con  pantalocitos grises,
que eran talmente una tabla.

Rancio como Don Antonio
que tanto se preguntaba
... por eso: ¡rancios, habrá!
con su cantinela rancia
¡ pero como tú, ninguno!
porque tú eres la Giralda...
-por Dios, Rodriguez-Buzón-
¡don antonio de mi alma!
¡el colmo de tó los colmos!
¿habrá otra cosa más rancia?
SÍ...contestole “maese”
- el Rancio...donde los haya-
tiene nombre y apellidos
más rancio que una mojama,
que er jamón der Rinconcillo,
que er serrín o la pizarra,
que er bacalao con tomate
y er que te sirve la tapa...
¡cálle vd. -por Dios bendito!
No diga ni una palabra:
-Rancio que te quiero, Rancio-
¡que ya sé, de quien me habla!

sábado, 17 de enero de 2009

COBRAR POR PERDER EL TIEMPO

Se reunieron los cuatro caballeros en torno a la mesa ovalada y el más joven, situado a la izquierda del venerable analista de los cabellos color marfil, le dijo al más veterano de los interlocutores: ¿que le pasa que trae Vd. tan mala cara? -No me hables- contestole el decano- he pasado parte de la noche-madrugada en el hospital esperando los análisis. No, perdona -déjame hablar- no me interrumpas que yo a tí te he dejado consumir tu tiempo. Yo he venido aquí a analizar las medidas que ha adoptado el Gobierno para paliar la crisis y tú, me sales por la tangente, hablándome de la media que se tarda en los hospitales para recoger unos análisis; pues perdona que te diga -con todos mis respetos- que eso es pura demagogia. En esos momentos tan tensos del debate, intervino la moderadora del programa y le dió la palabra a los analistas situados a su izquierda, primero le tocó el turno al impecable gallego con carita de asco que solía brillar por sus intervenciones a la gallega: Señores, llegados a este punto, mi análisis es el siguiente: yo creo, que probablemente Dios no existe, de lo contrario ¿como se explicaría nuestra presencia aquí? , sería absurdo -por otra parte- intentar dar explicaciones a la opinión pública, sin pruebas suficientes -dicho de otra manera- sin contar con el resultado de los análisis. ¡Pero qué análisis, ni qué ocho cuartos! -replicó el venerable de los cabellos de marfil, visiblemente exasperado...lo que hay que tener es vergueza política y gallardía parlamentaria para comparecer ante las Cortes y analizar el estado de la nación...Turno para el calvo de la corbata fucsia -arbitró inmediatamente la moderadora-, sofocando el conato de incendio- Personalmente opino que no hay que mentir primero para mentir mejor, afirmó con rotundidad el último comentarista y añadió seguidamente: pero es que no se trata precisamente de esperar y esperar hasta que nos den los análisis, hay que adoptar medidas de urgencia, que nos permitan tener la suficiente tranquilidad para mantener la calma, las cifras están ahí para analizarlas detenidamente, sin prisas pero sin ganas. Cuando el debate parecía alcanzar su punto más álgido, después de haberme metido de lleno en el mismo haciendo un titánico esfuerzo de concentración, la bellísima presentadora apuntilló: Lo siento, Señores, pero ya saben como vá esto del tiempo en la televisión, muchas gracias a los cuatro y volveremos mañana a la misma hora. No me había dado tiempo a coger el mando para hacer zapin, cuando me sale la repelente niña pija rubia de la sexta con su abriguito de "barbi": ¡mira los zapatos que me he comprado por treinta y nueve euros! Pero no quedaba ahí la cosa, cuando, logré reponerme de la sincronizada publicidad, los mismos caballeros en busca del análisis perdido- se reunían en torno a la mesa de debate de otra cadena de la competencia. Y fué entonces cuando comprendí, porqué se pierde tanto tiempo en recoger unos análisis.

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