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jueves, 28 de mayo de 2015

"Es por eso que hoy vengo a verte"

HAY tantas penas en el mundo; tanto que olvidar y soltar al aire como globos de mil colores que llenan el cielo de buenos deseos, que hay que celebrar, cualquier momento en el que podamos desplegar la bufanda de nuestras pasiones, brindando al sol por el éxito. Y qué éxito, el de la afición de esta ciudad, paradigma de la felicidad, que está todo el año en estado de gracia, por culpa de esa eterna dualidad de sus pasiones. Ya lo proclamó el padre Santo de Roma, desde la quilla del blanco santuario que se refleja en la marismas: “Que todo el mundo sea Rociero” -porque el Rocío, no te da de comer -que también- pero te proporciona algo más grande y espiritual, la paz y la felicidad, una semana al año. Que no sólo de pan vive el hombre, sino de la belleza del camino que se hace al andar, de la mano de tu familia, amigos y tal vez -algún que otro gorrón-.Aférrate a la felicidad que proporciona esta ciudad, sino fueron tus padres, los que sembraron la sementera, acuérdate de aquellos maestros -testaferros sentimentales- que te pasaron el testigo y te dieron a beber el “dulce veneno” de sus pasiones. ¡Que grande herencia, que locura de patrimonio inmemorial!, donde el desprecio no tiene cabida, ni sustancia que no caiga por su propio peso. “Que todo el mundo sea Cofrade”, esto no lo dijo ningún papa, pero está escrito donde todos podemos oírlo, en el eco de esas mariposas que revolotean por nuestro estómago. Aunque la vida no sea, efectivamente una semana, tu estás contando los días, porque sabes que la felicidad está colgada en forma de túnica y sientes nuevamente, el calor atemporal de la mano de tu abuelo, tu padre, tu madre y tus hermanos. Puede que camines sólo, pero nunca irás vacío; puede que los amigos sean una mera ilusión, donde depositas tu incauta confianza; puede, que los “maestros liendres” te están recordando -como papa-gallo- que tu no eres digno, que no te mereces, esa felicidad, que es más bien fruto de la obligación y los posibles. Pero la felicidad, como dijo el poeta que más que galán es Gala; no es susceptible de que las personas sean dignas o no de ella, la Felicidad, llega como un tren ininterrumpido en cada estación del año y los sevillanos, sabemos cogerla y montarnos en su vagón, ya sea: de primera, segunda o tercera. Hace falta subirse a ese tren donde se desatan nuestras pasiones y si tienes, la suerte o la dicha, de subirte con esa persona que comparte contigo -no solo los problemas, estrecheces y sinsabores domésticos- sino también tus ilusiones, sueños y colores; si has encontrado el tesoro de la sonrisa de la felicidad cómplice, si con ella, saltas, vibras, te abrazas y te besas; ríes y lloras a un mismo tiempo de emoción...No la dejes escapar, porque ella o el, te darán los frutos jugosos, que esta bendita tierra reserva a las familias enteras que disfrutan el exquisito sabor de lo auténtico. “Que todo el mundo sea Bético”, esto lo escribe un servidor con negrilla y verás las vida con los ojos inocentes de un niño; que salta, berrea, grita y llora de la mano de su abuelo, abuela, padre, madre, tíos, hermanos y que siempre tiene al lado a otro bético sufridor, para abrazarse con el a la felicidad efímera de un ascenso, que por efímera, siempre toma el camino más corto de los mejores recuerdos, olvidando y haciendo olvidar cualquier tipo de sinsabores. Despliega la bufanda de esa pasión berdiblanca, sentirás el temblor de tierra de un estadio a reventar, cuyo mayor título es llevarlo en el corazón y celebra cada partido, cada categoría, con un primer plano de esa foto, en la que siempre apareces feliz y dichoso, compartiendo la pasión con la gente que más quieres. Con una afición como la nuestra -siempre de primera- hay que gritar aún con más brío y satisfacción: ¡Que todo el mundo sea Sevillista!, porque esto sí que hay que celebrarlo por todo lo alto; porque es el triunfo más importante conseguido, por un equipo de la ciudad, en la historia deportiva a nivel universal. ¡SEVILLA!, El o Ella, siempre la ciudad entera: ¡Tetracamp@nes!, algo que hasta ahora, nadie más ha conseguido -la Felicidad- completa y lo mejor que está por venir. ¡Despliega la bufanda, enarbola la bandera roja!...¡canta el mundo entero a viva voz, la melodía arrebatadora de su emocionante HIMNO!...¡ “Y SEVILLA, SEVILLA, SEVILLA, aquí estamos contigo, SEVILLA, compartiendo la gloria en tu escudo, orgullo del nombre de nuestra ciudad”! Soy bético, convicto y confeso, pero por encima de todo, estoy “enamorado y orgulloso de SEVILLA”, siempre he estado seguro de su grandeza histórico artística; siempre he estado seguro, que su patrimonio inmemorial es infinitamente superior a las intrigas, negocios e intereses de quienes han intentado -sin éxito- nutrirse de sus valores y esencias. Siempre he estado seguro, que la felicidad está tan cerca de ella, que se roza con la yema de los dedos, porque nunca ha dejado, como dice su leyenda, de mirar y sentir con los ojos de un niño. Esos niños que visten orgullosos por las calles, su camiseta de color “verde, blanco o rojo”, las mismas que en tremolar de banderas y bufandas, van a salir a recibir a sus héroes, los que siempre ascendieron para nunca bajar de categoría, los que alzan la histórica Copa que los corona como “Tetracampeones” de las Europas, los que nos traen la felicidad a todas las edades, a todos los credos y religiones, a todos los sexos y razas, los que nos harán nuevamente llorar de emoción y sentimiento, porque hay muchas penas en el mundo y hace falta olvidar lo irremediable. Disfruta y vive, solo tienes que mirar, para contagiarte, hasta los más ciegos, lo verán sin querer y recuerda cantado: “Hay una leyenda que recorre el mundo entero...es por eso que hoy vengo a verte”. ¡SEVILLA!



domingo, 23 de septiembre de 2012

Un bético de leyenda; ROGELIO

DIA INTERNACIONAL DE LA POESIA
ELEGÍA A ROGELIO



Creo que tuve el sueño un día de ver jugar a Rogelio,
 ese sobre el cual decían: no hay sitio donde ponerlo..
.porque no corría al desmarque, ni servia como zaguero;
 ni se fajaba en defensa, ni aparecía por el centro..
.

sin embargo yo lo ví, andando -parar el tiempo-
que correr es de cobardes, para un pie como su izquierdo. 
Larguirucho -patacatre- guapetón, casi esperpento...
pero cuando controlaba los contraluces del cuero
 con su zurda de caoba hecha un guante del ingenio,

¡ Villamarín encendido cual “coso baratillero”,
 aclamaba con un ¡Óle! La faena de Rogelio!
 Creo que tuve el sueño un día y creo vivir para verlo,
 marcar de saques de esquina más de diez goles ¡soberbio!...
y si acaso no se creen las verdades del barquero, 
que lo pregunten en Coria, cantera del delantero,
 que más que diez lleva un Doce en el dorsal sempiterno. 

Si oyes hablar, algún dia, las viejas glorias a un bético
 y te cuenta la parábola de un balón buscando el reino
 de la escuadra donde crían sus telarañas los ferros;
 ríete de los “pelusas”, los “cristianos” y los “leos”...
¡porque para ¡gol! Olímpico, los que marcaba Rogelio!!

lunes, 25 de junio de 2012

DUELO de NATA y MENTA


Hoy es de esos días en los que comprendes lo que es el Amor; te llega a través de un dolor profundo, inenarrable, de una noticia que de deja conmocionado. Pero sabes que es Amor, porque te ha hecho sentir esa pena acostumbrada -que vestida de verde y blanco-era la Esperanza que siempre se convertía en felicidad. Hoy el amor se siente como el sol tapado por las nubes, como una tragedia fatídica que te deja desarmado y rendido ante la sinrazón, pero no deja de ser el amor, saltando entre los defensas de la vida, a la salida de esquina, sacando medio cuerpo y marcando el gol inolvidable de los mejores recuerdos. Puedes maldecir el amor, como tantas veces lo hiciste desde la grada ante la impotencia de los peores partidos;como puedes pedirle a Dios explicaciones por llevarse a un chaval de veinticinco primaveras, llamado Mike Roque; pero no puedes dejar de sentir ese Amor, puro y verdadero del que quiere decir, pero no quiere oir. Ese amor que sabe a nata - menta y pace en las praderas de Heliopolis; ese glorioso amor de tortilla de tercera y tres anillas que siempre parece porque es, tu historia interminable. Hoy es de esos días en que el amor, además de sentirlo, te duele en el alma, por dentro de las trece barras que aprisionan las pasiones: el Betis es ese amor donde nunca te cupo la duda y por eso hoy lloras-el hasta siempre-de uno de tus niños con mayor progresión, se llamaba Mike Roque y ha dejado colgada la camiseta con el número 26 en el cielo.

lunes, 16 de mayo de 2011

El Betis; los palanganas y el tonto de la bandera republicana


Ayer tarde, cuando una parte de esta ciudad, se lanzaba a la calle para celebrar el ascenso oficial a Primera del R. Betis Balompié, me encontré -por fin, la manifestación que esperaba, ocupando -el largo y ancho- de la Avenida de la peatonización y no precisamente en honor al equipo de mis amores. Cual si fuera la fiesta de la indignación, miles de personas, clamaban contra el "estado del malestar", desplegando pancartas alusivas ala situación insostenible por la que atravesamos, todos y cada uno de nosotros, ya sea por efecto o por defecto.

¡Hombre, por fín en Sevilla!, la ciudad impasible del "no pasa nada"...excepto la cumbre del parasol-paracetamol...la orilla de las vanidades...la cuna del botellódromo...¡qué alegría ver a los jóvenes gritando: que ellos no se identifican con la generación "nini"...que ellos quieren aspirar y aspiran a un trabajo acorde con su formación...que ellos no se conforman, ni se compran ni se venden ...que han aprendido de sus padres y no están dispuestos a la humillación que supone admitir que son "una generación perdida".

Y me encantó el colorido y alarde de esa manifestación; me conmovió la gente de todas las edades, que señalaban con los brazos al unísono, hacia los políticos que pedían nuestro voto: (PSOE-pp: la misma mierdas es) -¡gritaban en olor de fiesta !-y se crispaban -aún más si cabe- cuando a la altura de las sucursales, entidades financieras, Cajas y Bancos, clamaban justicia social, declarandolos culpables. Y además, todo ello sin el más mínimo atisbo de violencia; dentro de los cánones de esta ciudad chuminista, donde la más enfervorizada manifestación se convierte en fiesta. Me apunto a este tipo de manifestaciones, primero porque ya iba siendo hora de echarse a la calle, siquiera para higienizar el futuro de más de cien mil sevillan@s en paro. Por no hablar de la resignación y muerte del comercio tradicional hispalense, ni el futuro de nuestros jóvenes; los que estudian o trabajan, aunque solo sea en el dificil empeño de encontrar empleo y segundo porque si algo hemos aprendido de esta sufrida crisis, es que nuestros hijos, han comenzado a corresponsabilizarse con sus padres y ahora a quienes les exigen de verdad, es al sistema. No faltaba en dicha manifestación, el "tonto de la bandera republicana", que en esta ocasión cobraba más patetismo, al ser ondeada por un joven con menos de 16 años... En fín me apunto a un pasito por Sevilla en estas tardes de domingo gloriosas, en las que amén de celebrar el ascenso del Betis, podemos encontrarnos la algarabía festiva de una manifestación en contra del estado del malestar, compartiendo calle con cualquiera de las muchas procesiones de gloria o cruces de mayos infantiles. Lo raro es que estando como está el patio, el eterno rival, no se uniera ayer a la fiesta, para celebrar en la Puerta de Jerez su octavo año triunfal por europa, pero -claro- eso sería por temor a pasar el control de alcoholemia por aquello de tantas copas.

viernes, 7 de enero de 2011

Ser y Estar


La razón de ser bético es, que merece la pena; la pena de pasar del infierno a la gloria en el paripé de un partido o de la gloria al ridículo en el fugaz tiempo de descuento. La pena de sufrir la nada de un amago, el reflejo, la finta, el arabesco, la alucinación de un espejismo que te deja estupefacto. Ser bético es estar como el verbo irregular en continua oración, conjugando el he sentido; el has llorado; el ha gozado; el hemos sufrido; el habeis clamado y el han estado. Estado que se transforma en energía desde el pretérito –hemos estado- hasta el futuro perfecto: del siempre estaremos, por presente de indicativo: yo soy del Betis y nada más espero en ese estado suyo de la buena esperanza. Y así, como siempre ha sido, surgiendo del mismo limbo de su propia nada, reaparece como el –ave Fenix- de las propias cenizas de sus malversadores, de lfalso evangelio de sus mesías, del discurso soez de sus cenadores, para fundirse con la afición y hacerse el verdadero equipo que nunca dejó de ser, aunque estuviera muerto; rendido, arruinado y sus jugadores soñaran el sueño de los mercenarios, antes de caer rendidos  por el peso aplastante del real  escudo de las trece barras. Sí, trece barras –trece- para vencer a la superstición  con sus propias armas, para vencer al maldito dinero con la cal viva de la preferencia hecha leyenda proclamada por Benito Villamarín; para satinar con el verde vivo, las vigas de un colosal estadio que le queda pequeño y ridículo, ante la grandeza de la caseta del marcador de gol sur. Y porque entre otras muchas cosas, ser bético, es no descender nunca, aunque se baje al infierno, ni perder la categoría aunque se descienda a segunda, ahí está el Betis –como siempre- hecho una piña colada por su afición: la que dice Mel y grita ¡gol!; la que lleva en volandas a Rubén Castro hacia la gloria y le está labrando un capitel corintio a su columna vertebral –Hércules Portllo- para hacerle un monumento en la media punta del césped.  Pero, poco a poco…sobre los piés –como los buenos costaleros- sin correr que es cosa de cobardes, desde la yerba y sudando la gloriosa camiseta, que el camino es largo y el mundo dá muchas vueltas. La razón de ser bético, no es sufrir, que también,  es merecer la pena y llorar de alegría y emoción por no dejarnos nunca indiferente, ante esa "leyenda que recorre el mundo entero".


lunes, 12 de julio de 2010

ESPAÑA, para la eternidad

¡Gracias, por haberlo conocido!


Por haberlo vivido, para contarlo a mis nietos
¡por ese GOL de Andrés Iniesta…Hiniesta, que bien me suena!
Por hacernos tan feliz….

¡Gracias!
Por los sobacos de Camacho; la sangre de Luis Enrique y el penalti de Cardeñosa…

¡Gracias!
Por hacer pensar a los desagradecidos; por poner la oración en pasiva a los envidiosos y dejar en evidencia a los políticos y tecnócratas…
¡Gracias!
Por vestir a los niños de rojo; por agotar la gloriosa bandera y hacerla ondear jubilosa por todos los rincones de España…por hacernos sentir tan orgullosos.

¡Gracias!

Ikel Casillas, por el beso que te salió del alma a la más bella; un beso para la eternidad y levantar al cielo la copa de los campeones que lo paran todo: Oh, capitán, mi capitán….





¡Gracias!

Por unir sin discriminar a nadie; por sentir sin herir ningún sentimiento; por competir para hacernos indiscutibles; por conquistar practicando el mejor futbol y vencer convenciéndonos a todos.

¡Gracias!

Por hacernos vivir en familia; por el recuerdo que se llevarán nuestros mayores; por la pasión que has transmitido a nuestros padres y la ilusión incontestable que has sembrado en nuestros hijos.

Jamás podremos olvidarte, ESPAÑA, madre, patria, ideología… por
Los GOLES de ¡VILLA maravilla! Que rima con Sevilla
Por la magia de los XAVIs y FABREGAS; por la majestuosidad de los PIQUÉ, PUYOL, BUSQUET…
Por el trabajo, la casta y el embrujo camero de SERGIO
Por la labor callada y seria de CAP DE VILA
Por la participación electrizante del duende de los Palacios y el alto LLORENTE
Por la revolución de un canario, llamado PEDRITO
Incluso por los momentos inocuos del “niño menos parecido a TORRES”

¡GRACIAS!
Sobre todo y sin pasar por encima de nadie a la prudente presencia del “mister”. Vicente DEL BOSQUE, la humildad elegante, que nos hizo un verdadero equipo, para creer, para soñar, para hacer historia.

¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!....
¡CAMPEONES DEL MUNDO!
Por ganarte el respeto de todos y hacernos tan feliz.

viernes, 9 de julio de 2010

El ripio del "Mio-BETIS"

Al final de la palmera
  Hubo una rueda de prensa

Vendía –por fín- Mio Betis
Las acciones de Lopera…
 Compraban los fijosdalgos

Compraban mas de cincuenta
Cuando España se jugaba
Semifinal mundialera
  No ha habido rueda más cutre

Ni periodística esquela
Para cubrir un evento
Tan de página primera.

Delante del evangelio
De las trece barras regia
Comparece un señorito
De jerez y procedencia
Navarra –hidalgo Empresario-
De trayectoria sospecha….

Responde al nombre de Oliver
Sin Benji a la japonesa
Más que la cola de rizos
Que de la nuca le cuelgan
Engominados vestigios
De nefastas consecuencias.

Jura perjura y defiende
Sus credenciales maltrechas
Apelando a sus avales
E instando a la hemeroteca…

Dice que al –mio Betis viene-
A abrirle todas las puertas
A cambiarle los cuadernos
Por ratones y por teclas
A devolvernos la gloria
De los que fueron leyenda
Y a contar con los que siempre
Entonaron “manque pierda”
El cantar del Mio Betis
Sin dueño que lo pretenda.

Pero a los que profesamos
La doctrina sacro-bética
Nos suenan a peroratas
Estas juras pijoteras…
No más promesas mesiánicas
No, más trampas marrulleras
Que el dinero no lo es todo
Y manque si así lo fuera
Podrán comprar las acciones
Ponerle el precio que quieran
Y llamarle mayoría
A una más de las cincuenta.

Pero por más que trafiquen
O ellos mismos se lo crean
Al Mio-Betis no se engaña
Con una rueda de prensa
Más cutre que la mascota
Del final de la palmera.


Foto, ABC de Sevilla

sábado, 19 de junio de 2010

Ganará el "manque pierda"





La grandeza del hombre reside en reconocer sus miserias. Aunque no quiera admitir la verdad de su presente incierto y para ello tenga que vivir apoyándose en el pasado ó haciéndose ilusiones por el porvenir. El Real Betis Balompié, fiel a su naturaleza: natural de Sevilla, como su misma historia lo acredita, se juega hoy algo más que un ascenso, que nadie, absolutamente nadie, como bético o profano, niega que se lo merezca, pero tampoco niega lo contrario. Se juega un aplastante clamor gritado por más de 50.000 gargantas: ¡Lopera, vete ya!

¡vete ya y déjanos por fín disfrutar en paz de la ruina que tú nos has proporcionado con los alardes de tanta prepotencia disfrazada de altruismo! Adios, D. Manuel –venga ya- déjanos nuestra casa con todas sus deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Sabemos que los figurones que visten la gloriosa camiseta, son de tu propiedad, pero fíjate si es grande y pesa el escudo que llevan en el pecho, que sienten una vergüenza humillante y serían capaces de sacrificar sus primas y fichas por devolverle su incondicional apoyo a la afición. Sabemos que el nombre suplantado a aquel Presidente que nos hizo tan dignos de su leyenda como él lo era de nuestra devoción, ahora es tuyo y así nos luce en ese monumental platillo levantado a tu quimérica vanagloria, que no tenemos dinero con qué pagártelo, como tú no has tenido nunca intención de concluir sus obras. Sabemos que te coronamos dueño y señor de unos destinos a punto de desaparecer administrativamente con ese temor que produce la desesperación de una madre cuando vé peligrar la vida de su hijo. Todo lo sabemos, menos la verdad, que hace a los hombres libres y grandes, esa verdad llamada, Real Betis Balompié que se aclara y reafirma, cuando se vé así misma hecha una piña verde y blanca a la que no le afecta el temor de ningún posible descenso, porque tiene más de 50.000 seguidores, que nunca –pero nunca y nunca- van a perder su categoría. Por eso hoy, el Real Betis Balompié –frente a todo pronóstico- se juega algo mucho más importante que un nuevo ascenso y ni el mismo Hércules de la Alameda, aquel que la historia cuenta que lo fundara, va a consentir que el Betis se hunda, cuando más de 50.000 gargantas, gritan al unísono su glorioso nombre denostado por la falta de respeto de una sóla persona. El Betis, esta tarde de nervios y pasiones desatadas, volverá a GANAR –manque pierda- porque su verdadera y única conquista, tiene una sóla consigna: ¡LOPERA, VETE YA!

lunes, 24 de mayo de 2010

LO IMPOSIBLE DE LLAMARSE ¡BETIS!

Con una afición como esta –pegajosa y consistente como el aceite puro de oliva- y un Estadio que se llena en los grandes acontecimientos de su histórica humildad; con unos jugadores cortitos y más profesionales que otra cosa a la que llaman “mercenarios” bien pagados; con esos mimbres abogados del sufrimiento, se llega a la gloria de un escudo, que quema como estilete clavado en el corazón. Con una afición como esta, se llega a sentir  lo que no se ha sentido…lo que se abandona a la suerte y se deja en manos de la providencia; se llega a sentir la ilusión sin sentido, la esperanza de los desamparados, la alegría inefable de los que viven asidos al clavo ardiente de los milagros. Por eso es diferente el equipo condenado a su propia cárcel de las trece barras; por eso es único en su especie, porque juega siempre en su liga particular, en esa competición imposible que lo hace disputar cada partido luchando contra sí mismo. Su peor enemigo no es el eterno rival, ni siquiera sus rivales, rivalizan con él, sólo son anécdotas contrincantes que se enfrentan al mito para vencerlo o ser vencidos por el que nunca pierde. Sólo pierde el que tiene poco o mucho que perder, nunca que el sobrevive “manque pierda”…así reza la leyenda de una afición que se escuda en ello para dar sentido a lo que no lo tiene, haciendo posible lo imposible de llamarse BETIS. Como se entendería- de otra manera- que esos niños aturdidos por los gritos de los cinco veces campeones de las Españas, pinten en el blanco y negro de los sinsabores, el color verde y blanco de sus camisetas y antes de rendirse a la evidencia lógica del éxito, sigan extrayendo petróleo del pozo de los fracasos. Con un solo gol –nos sobra y basta- por la vía penal de los cortos mimbres, se hacen los mejores cestos, con una afición como esta, sin respiración asistida, la vida está asegurada y la vida aunque no la alcance, siempre está soñando con la gloria.

sábado, 6 de junio de 2009

Por un BETIS, ¿QUÉ...?

No –Betis- no, no tengo claro el sentido de la manifestación convocada para el próximo día 15 y menos para pedir o exigir un ¡Betis libre!...¿un Betis libre, para quien?...¿Para nosotros los béticos…para los béticos que se quedan con nosotros…para los que desean quedarse con tu glorioso nombre y hacer negocio?. ¡Venga ya, Betis, si tú eres más libre que el viento y has hecho siempre, lo que te ha dado la gana … Lo que te ha dado la gana –Betis- pero contando siempre con nosotros, veletas que nos movemos con tu viento o viento que mueve tu veleta, que igual dá –Betis- ¿A qué vamos a salir a la calle ahora a vociferar como la chusma, gritando –crucifixión- al mismo hombre al que idolatrábamos con el rezo esperpéntico de aquel:“lo que diga Diga, Don Manuel”..o a dejarnos embaucar por las arbitrariedades de políticos corruptos o entidades anónimas de dudosa procedencia, que aspiran a lucrarse bajo la consigna de un Betis libre?.- El Betis libre no se manifiesta ni se moviliza, por nada que no sea cuestión de sentimientos y con sus sentimientos no pueden jugar los intereses de unos cuantos. La indignidad que siente el beticismo, hace aún más digna su leyenda, la leyenda de unos colores que recorren el mundo entero libremente, mostrando la grandeza de un club que se crece ante las adversidades. Que nunca desciende porque prefiere morir de pié coreando su bendito nombre, que vivir de rodillas renegando su suerte. La libertad del Betis no debemos convertirla en clamor que va pidiendo justicia por las calles, el Betis por sí solo declara su destino, se hace culpable o inocente y cumple su propia condena con la satisfacción de salir fortalecido en todas las campañas. El Betis se expresa de otra forma, lo saben hasta nuestros propios vecinos de la eterna orilla, no le hace falta apelar al clamor de las miles de bufandas ni a la reivindicativa frase escrita en las pancartas. La fiesta las celebra el Betis desde lo más profundo de su corazón, dejando en evidencia, sin mediar palabras, a los jugadores mercenarios que trafican con su escudo. Lo mismo que corona con el sombrero de la gracia a cuantos se dejaron la piel en el campo, besando las trece barras de su centenaria historia. Por un Betis libre, morimos los béticos desde Heliópolis hasta la Palmera, pero sólo cuando se juegan los partidos como se jugaban en el viejo Villamarín. El mal del “mucho Betis”, fue olvidar la grandeza de su “manque pierda”. Rectificar es de sabios, esta afición lo es, por eso no tiene sentido reivindicar una libertad que, como el cariño verdadero, ni se compra ni se vende, simplemente por que el Betis, es cuestión de sentimientos y ningún máximo accionista, es digno de que se lo demostremos públicamente, tomando tan glorioso nombre en vano, para pedir su cabeza.

viernes, 27 de junio de 2008

SINFONIA ESPAÑOLA..."Romance de Valentía"

¡¡C A M P E O N E S!! c
Que le cuelgen la bandera a la Giralda A la torre de la vega y la alambra de Graná Y que vistan camisetas roja y gualda Pá lucí sus delanteras, las domingas nacioná… De roja, los maestrantes Y las manolas bravidas con granas Batas de cola, De roja, los catalanes, Los vascos y los gañanes De la bandera Española… España de grana y oro Alegre como una rosa Que nos vuelve a todos locos Jugando así la eurocopa… España, que valentía Y qué vergüenza torera Que nos tienes a porfía Agitando tu bandera… Ante tu embiste de toro Alemania está perdía ESPAÑA DE GRANA Y ORO.
Faltaba –creérselo- que nos lo creyéramos, como todo en la vida: creer que somos los mejores, llenarnos de autoestima, sentirnos arropados, creando afición, sembrando ilusión e ilusionándonos a nosotros mismos. A la selección española de futbol –la nuestra- le faltaba creerse lo que cada jugador ya sabía, que eran los mejores y así lo han ido demostrando en cada partido. Creyendo en el grupo, trabajando para el grupo, sudando la enseña. Todo el mundo que si diciendo: a ver si pasamos de cuartos y hemos llegado hasta la final encandilando a la élite futbolera de Europa. Estamos a un paso de acariciar el premio, nuestro premio, el que nos corresponde por historia y capacidad técnica. Estamos destinados a él, nos lo merecemos…PODEMOS…tenemos que creérnoslo…¡vamos a por ellos!

lunes, 23 de junio de 2008

EL MALEFICIO

Hacía ochenta y ocho años que no le ganábamos a la escuadra “achurra”; más de veinticuatro que no pasábamos de cuartos. Llegábamos con la muerte en los talones a la muerte súbita de los penaltis, pensando en el maleficio histórico de los fallos de Raul y Joaquín, pero esta vez la revancha o la justicia, no nos la jugamos a la lotería –entrando en el trapo sucio de los errores arbitrales y la picaresca italiana- NO, esta vez no caimos en el craso error de las lamentaciones, al contrario, salimos con la lección bien aprendida y nos dedicamos a lo nuestro: a jugar como sabemos hacerlo de bien; confiando en nosotros mismos, blandiendo nuestras propias armas, basadas en la calidad, entrega y pundonor. Osea, poniendo en práctica la teoría de un sabio de Hortaleza, mas sabio por viejo que por diablo. Esta vez, fue posible, sencillamente porque éramos mejores que nuestros históricos vecinos a batir y no porque nos lo mereciéramos que también nos lo merecimos, pero hoy por lo menos no lo lamentamos. Saben vdes. ¿Qué? , que me alegro por muchas y cuantiosas razones. Me alegro obviamente por romper el maleficio de ganar a Italia después de 88 años; por ascender del infierno de Cuartos y hacerlo de la mano del Canal privado de Televisión CUATRO (que aunque tenga mucho que callar bajo el punto de vista político por sus aviesas intenciones) ha sabido por lo menos promover una impecable campaña publicitaria, eminentemente popular, bajo el lema del ¡PODEMOS!. Y sobre todo, lo que es más importante, me alegro, porque nos ha librado del tremendo GAFE en el que nos tenía sumidos, futbolisticamente hablando su homónima, la SEXTA. Sí, porque el verdadero gafe de nuestra Selección , era la SEXTA, esa impresentable cadena regentada por un payaso que compró los derechos del equipo Nacional en los últimos mundiales de futbol y nos rayó los timpanos con la voz insolente de un morenito con cabeza de bola de billar y palomita anacrónica, que no cejaba de jorobarnos apelando a Salinas y su dichoso “tiqui-taca”. Así que ya lo sabe vd. Sr. Aragón, D. Emilio –payaso a mucha honra- pero GAFE de nuestra Selección y sobre todo experto en verter basura sobre las más arraigadas tradiciones, entre otras cosas. Y por último y en particular, me alegro inmensamente por nuestro “sufrido” Presidente del Gobierno. Señor, ZP, déle vd. Gracias a Dios que nuestra Selección pasó por fín a semifinales, hasta ahora no va a saber su señoría lo que es que toda una Nación se olvide –aunque solo sea por unos días- de los graves problemas que nos asolan. Ríase vd, de los independentistas, de los nacionalista, de los que queman la bandera, porque alcanzando este nivel de competición europea, nadie ¡absolutamente nadie como la Selección Española de futbol!, es capaz de unir más a un país bajo los colores de su única e indiscutible bandera. Y no le digo nada, si el próximo Domingo ¡PODEMOS!

lunes, 18 de junio de 2007

HE AQUI...EL BETIS


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Mi querido REAL BETIS BALOMPIE, Te escribo en los umbrales del año de tu Centenario, precisamente cuando yo, he cruzado el ecuador de tu edad, la mitad de una vida entregada a tus benditos colores, pues desde que tengo uso de razón el grito glorioso de BETIS,BETIS,BETIS, se me coló por las rendijas de mis entretelas como un apoteósico GOL que doy gracias y pido a Dios celebrar mientras me quede un soplo de aliento en mi vida. Fue en los aledaños de tu mítico Estadio Benito Villamarín cuando de la mano de mi padre, me deslumbró el resplandor de la Verdiblanca enseña; la alegría de saber sufrir de esa afición antigua como el hambre que acudía con gorras de visera y olor a pueblo bueno cruzando el esplendor de la Palmera o festoneando las avenidas de tu viejo Heliopolis. Me contagió la luz, y me arrastraba en su desbordante marea jubilosa, esa ola de verde florecido que me dejó encallado para siempre en la orilla de tus gloriosos colores. Por mucho que se cuente de ti en las viejas leyendas que han escrito tu historia, no basta conocerte, hay que sentirte para poder llegar a quererte como te queremos los que protestamos tu Fé, sin necesidad de poner la mano derecha sobre el evangelio, tan solo con el espeluznante gozo que para nosotros supone, verte saltar al campo, porque salir el BETIS, es como recrear de pronto el fogoneo estruendoso de la blanca cal en las paredes de toda Andalucía; es contemplar en masa el espectacular salto de las cataratas de un Niagara que salpica de verde Esperanza la tristeza del mundo; es cantar y llorar de alegría bajo una lluvia de aguas verdiblancas que te cala hasta los huesos; es sentir en tus carnes el hierro candente de ese Real Escudo de las trece barras que te marca de por vida. Cien años de BETIS, llevando a orgullo el nombre del gran río que eres, Guadalquivir de ilusiones y desvelos, que fluye en nuestra sangre más allá del fracaso y del éxito, más allá de los resultados y las clasificaciones, más allá de los títulos y los descensos. Siempre el mismo BETIS que anuda las gargantas, lo mismo juegues en Europa que lo hagas frente a aquellos equipos humildes de excursión y tortillas camperas…a tiro de piedra o en último rincón del universo, siempre sonará ese grito lastimero, glorioso, impresionante, cargado de simbolismo y devoción que destapa el frasco de las esencias: BETIS..BETIS…BETIS…en el año de tu CENTENARIO, tuyo afectísimo.

Marchaba el Betis a la Montaña con lo puesto y dos mil incondicionales que le recordaban que nunca está sólo y menos en el año del Centenario de un sufrimiento escrito con la frase legendaria del “tuyos para siempre”. Tenía que ganar, se lo debía a sí mismo; al trabajo de sus jugadores tachados de mercenarios; a su dorsal castigado con el número doce; a los errores arbitrales; a los segundos del descuento; a los tres palos de unas porterías con porteros batidos. Tenía que ganar porque solo le quedaba la vergüenza y esta se convierte en un honor cuando se siente que es de casa, cuando pesa el escudo y se empapa la gloriosa camiseta de un sudor de verdad. Marchaba el Betis con lo puesto que no es nada más y nada menos que se honroso nombre; el nombre sencillo de los sienten en verdiblanco; el nombre sin fama porque no tiene precio, de Chaparro, guiado por la huella indeleble de los Buenaventura, Antonio Barrios, Rogelio, Cardeñosa, que tanto saben de tardes sofocantes y partidos de infarto jugados a cara o cruz. Salió el Betis a apurar su última baza, el partido de la vergüenza blandiendo sus mismas armas, pasaban los minutos, igual que siempre enfrascado en el futbol timorato que ha sido una constante a lo largo de la temporada, pero había algo diferente que flotaba en el ambiente de esa tarde gris santanderina, era la vergüenza que tocaba arrebato, el sufrimiento echo literatura en la crónica escrita desde el cielo por Fernandez de Córdoba, cuando viendo al Betis en Segunda durante los doce fatídicos minutos del segundo tiempo, transformó a un jugador tocado por el dolor de las lesiones en el auténtico héroe de la casta verdiblanca. Hay una leyenda que recorre el mundo entero, un salto a las nubes, una coronilla de lujo en pirueta acertada que peina el balón, cuando todos mastican el drama y un brasileño de samba más allá de la palmera marca el gol de la gloria merecida por todos. Bendito sea el sufrimiento cuando se hace piña de celebraciones históricas, montaña de llanto y sentimiento por encima de falsos dineros e intereses; por encima de antojos mesiánicos de máximos accionistas y presidentes de mentirijillas; Bendito sea este Betis que a cara y cruz se juega el peso en oro de su glorioso escudo, llorando como un niño con rostro de Marcos Asunssao. He aquí el Betis que marchaba a la montaña con lo puesto, con su viejo traje de faena con la casa a cuesta y a costa de un hombre al frente de los apellidos: Chaparro…”tuyos 100 años…tuyos siempre”.

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