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jueves, 19 de febrero de 2015

"El Nazareno venía" 10@ñosdebloguer ROMANCERO COFRADE


El Nazareno venía
 Como el Señor por su casa
 Calle Castilla de frente
 Mira si Castilla es ancha
 Que se estrechaba a su paso
 Y enmudecía ante sus plantas.
 La tarde tenía un sabor
 De añeja dorada estampa
 El cielo se confundía
Con el raso de los malva
Capirotes alargados
 De las túnicas románticas.

El Nazareno venía
 Con el Sol a sus espaldas
 Hecho marea de plumeros
 Tras esa Cruz ochavada
 Bendición de sus cornetas
 Llorando carey y plata
Melodías de la O
 Que le saltaban las lágrimas
 Al mismo compás flamenco
 De los duendes de “lacava”.

En llegando al Altozano
 Donde el brujo de Triana
Llora sus melancolías
 Mirando la maestranza
Se abrió su pecho de bronce
 Corazón de la Giralda
Para volverse ante Cristo
 Montera en mano de fragua
Y brindarle la faena
 De tantas tardes soñadas.
Tarde de gloria, mi Cristo
El de la dulce mirada
El de los hombros vencidos
 Andando sobre las aguas
Del Guadalquivir reflejo
 De la corriente extasiada
 De los suspiros redondos
 Del primer puente de barcas
Que con oles contenidos
 Te retiene en sus barandas
 Porque sabes que no vuelves
Y alarga tu sombra Santa…


 El Nazareno se aleja
 Serenamente en sus andas
Le espera Sevilla en vilo
 Pendiente de su elegancia
Se lleva un lujo de ocaso
 Y enciende brillo de acacias
 Siembra un compás de cadencia
 Suspiros por donde pasa
 Magestad en su Teología
De saber como se anda
Sobre una alfombra de lirios
 Que no necesita palmas
 Ni cerradas ovaciones
 Ni saetas adaptadas
Ni otra emoción contenida
Que no sea el ay –sin palabras-
 Que al ver a ese Nazareno
 Sale de dentro del Alma. .-.

domingo, 28 de febrero de 2010

NAZARENO DE DULZURA




Amenazaba el cielo nubes de Viernes Santo, la marea del río subía con intrigantes aguas, los juncos de la orilla templaban en brisa los aires del puerto. El puente recordó que aun no existía, ni siquiera las barcas lo cruzaban. Volvieron los antiguos bajeles cargados del oro de indias a atracar en los viejos malecones, todo volvía a ser como hace cuatro lustros; intenso y recién tallado por las gubias del tiempo. La Parroquia alfarera velada por los rojos cirios, se traslado a los años que fue hospicio, venda para curar heridas, sangre de la misma cera sacramental que hoy arde como ayer, precediendo tu camino. Y el que anduvo en la mar, salio a Triana calle abajo artesana de Castilla. Llevaba el sol poniente en la luz de su rostro y en la cruz de carey, el brillo de tarde se abrasaba a sus manos –bendición de dulzura- a su paso, el horizonte gris en lontananza, ensayaba un ocaso imposible a las puertas del zurraque. Esa noche el tiempo, eclipsado ante el dulce Nazareno, no tuvo tiempo siquiera de decidir si era aquel viernes de cuaresma de hace 325 años.





lunes, 21 de diciembre de 2009

sábado, 13 de diciembre de 2008

martes, 25 de marzo de 2008

EL NAZARENO VENÍA









El Nazareno venía Como el Señor por su casa
 Calle Castilla de frente Mira si Castilla es ancha
 Que se estrechaba a su paso Y enmudecía ante sus plantas.
 La tarde tenía un sabor De añeja dorada estampa
 El cielo se confundía Con el raso de los malva
Capirotes alargados De las túnicas románticas.

El Nazareno venía Con el Sol a sus espaldas
 Hecho marea de plumeros Tras esa Cruz ochavada
 Bendición de sus cornetas Llorando carey y plata
Melodías de la O Que le saltaban las lágrimas
 Al mismo compás flamenco De los duendes de “lacava”.

En llegando al Altozano Donde el brujo de Triana
Llora sus melancolías Mirando la maestranza
Se abrió su pecho de bronce Corazón de la Giralda
Para volverse ante Cristo Montera en mano de fragua
Y brindarle la faena De tantas tardes soñadas.
Tarde de gloria, mi Cristo El de la dulce mirada
El de los hombros vencidos Andando sobre las aguas
Del Guadalquivir reflejo De la corriente extasiada
 De los suspiros redondos Del primer puente de barcas
Que con oles contenidos Te retiene en sus barandas
 Porque sabes que no vuelves Y alarga tu sombra Santa…


 El Nazareno se aleja Serenamente en sus andas
Le espera Sevilla en vilo Pendiente de su elegancia
Se lleva un lujo de ocaso Y enciende brillo de acacias
 Siembra un compás de cadencia Suspiros por donde pasa
 Magestad en su Teología De saber como se anda
Sobre una alfombra de lirios Que no necesita palmas
 Ni cerradas ovaciones Ni saetas adaptadas
Ni otra emoción contenida Que no sea el ay –sin palabras-
 Que al ver a ese Nazareno Sale de dentro del Alma. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

lunes, 28 de mayo de 2007

OH SUBLIME DE TRIANA

¿Qué no conoces tu a quien van coronan?..sí –mujer- ¿no la vas a conocer?...Esa morenita de la calle Castilla, hija de señá Sant´ana, titular y propietaria de un hospicio que se convirtió en Parroquia, la primera Parroquia que una Hermandad tuvo en Triana y creo que en Sevilla; hermana de otra mocita que se le parece mucho y que vive en San Julián y que también pasó –la pobrecita mía- los mismos avatares y sufrimientos propios de la sinrazón. Esa niña que tiene un nombre redondo como su Belleza, un nombre que es todo un símbolo de Esperanza, O de aclamación, O de expectación, O de clemencia, O de Piadosa, O de los aros de un Puente que antes que la llevara a la Catedral, ya cruzaba Ella sobre las barcas del río, para ser la primera embajadora del arrabal y guardia en la Semana Santa de Sevilla. A esa V irgencita humilde y soberana van a coronar, como excelsa Madre del Divino Nazareno, su bendito hijo, el hombre Dios de Dios, Luz de Triana, vencido por el peso de tantos navegantes, de tantos cargadores de indias que brearon los bajeles en los viejos malecones con el sudor de su frente. A esta morenita de miel alfarera, la coronan más que con una exquisita presea de oro salida del buril de los hermanos orfebres del barrio, con todo un canasto de devoción trenzado por los hombres y mujeres que sembraron las cabas de arte, que adornaron corrales y patios de vecinos con macetas florecidas de gitanilla, albahaca y jazmines. Corona de Devoción que no tiene palabras y se escribe con lágrimas que no tiene más alto precio que el Amor hecho sencillez con nombre y apellidos de tantas gentes que quisieron permanecer en el anonimato de los cuadernos de cuenta donde se apuntaba las ditas con la cuidada caligrafía de los mayordomos que pagaban cuatro pesetas de tabaco a los costaleros de los tiempos de la riada. Una corona de devoción para esta niña antigua, tan trianera que la invitaron a ser coronada en la Catedral y prefirió pararse en el Altozano, donde hacen cada mañana la plaza sus vecinas de Callao y San Jacinto, mirando su Capillita del Carmen, frente al bronce puro del brujo, que se abrió un agujero en el pecho para mirar la Giralda. ¿Qué no conoces tu a quien van a Coronar?....pues vente a su paseo, verás como rebosan las buganvillas por sus tapias encaladas, verás como la Jacaranda se ha vestido del color de la túnica más nazarena del Viernes Santo, raso de morao romano que se confunde con el cárdeno de los atardeceres musitando antífonas en su nombre: Oh clemente, Oh Piadosa…la Expectación sublime de Triana.

A ... J.PA. Diego y Camaca

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