martes, 25 de abril de 2017

AGRADECIMIENTO


Quiero dar las GRACIAS, expresar públicamente mi reconocimiento y más distinguida consideración, en primer lugar al paciente anónimo que convalece en un hospital de nuestra ciudad, de traumatismo cráneo encefálico, víctima de los sucesos acaecidos en la pasada Madrugá 2017. Esta persona, representa  a toda la Sevilla creyente, cofrade y sabia, que ha sido martirizada por la psicosis de terrorismo, vandalismo a lo que queramos llamar, según las distintas versiones. Quiero dar las GRACIAS, a la persona que se recupera de rotura de cadera; a cuantos heridos y danmificados sufrieron el envite de las avalanchas sean sus heridas de la consideración que fueren; tanto físicas, como morales, como psicológica, como materiales. Sus dolores y padecimientos, sus lágrimas e integridad, son las Penas de toda la Sevilla, que sale a la calle para disfrutar de su Semana Grande, más esperada, que sabe, rezar ante nuestras imágenes o se conmueve con el espectáculo gratuito de las bellas artes que -en todos los sentido- encierra la Semana Santa, especialmente sintetizada en su Madrugá. Quiero dar las gracias a los nazarenos y nazarenas de todas las edades, desde esa Señora que portaba el Farol de Cruz de Guía de la hdad de la Esperanza de Triana, hasta el más bebé de los monaguillos, pasando por el valle de lágrimas provocado por el pánico, que sufrieron tantos adolescentes, cuya ilusión, ánimo y desvelo, fueron arroyados al suelo de los despropósitos más insospechados. Quiero dar las GRACIAS a la Banda de CCTT, San Juan Evangelista, verdadero muro de contención, que se llevó por delante la creciente ola de pánico, arrasando su formación y causando cuantiosos daños en su joven marinería, tanto como en los instrumentos, haciendo imposible la continuación de su Estación de penitencia. Su desolación y tristeza, es la de todos los Sevillanos que lamentamos profundamente, embargados de rabia e indignación, las consecuencia de estos hechos execrables. Quiero dar las GRACIAS, a la sección infantil y juvenil de la Hdad de los Gitanos, que abría, con toda la ilusión puesta en sus sones, la cofradía, muchos de los cuales sucumbieron presa de ansiedad y pánico a las "carreritas" de esta madrugá de los sueños rotos y fueron retirados del cortejo, por sus padres, inquietados por las consecuencias del suceso. Y por ende, AGRADECER a los aprendices de "centuriones macarenos", que estigmatizados por el trauma que sufrieron en el 2000, aún no realizan su Estación por determinadas calles. Quiero dar las GRACIAS, en general a los nazarenos de la madrugá, a todos y cada uno de los que visten las diferentes túnicas sagradas. Desde los primitivos del Silencio -tres años más- víctimas de los incidentes, cuyo protocolo de seguridad interna, les hizo reaccionar con todo el sentido común de abrirse, buscando el refugio de las paredes de Cuna. GRACIAS por soportar el azote del miedo con sus Dalmáticas de coraza, para arropar el palio de su Virgen de la Concepción, arriado a su suerte, en la Plaza del Salvador. GRACIAS a los espigados hombres de Luz, del Señor de Sevilla, haciéndole frente a las rachas de pánico con su comportamiento ejemplar, no descomponiendo sus apretadas filas y aguantando en la mirada del Señor, la resistencia de aquellos instantes entre tinieblas. GRACIAS a los soldados, aguerridos e impertérritos que habrían el camino del Calvario, sin mirar atrás, cuando la tempestad se hacía más cruda y reiterativa. GRACIAS a los nazarenos, elegante tropa de la marinería trianera, custodios del Galeón de la Felicidad y la Esperanza, por caer tres veces, como su Santísimo Cristo y levantarse, ayudados por los cirineos de Sevilla, recomponiendo sobre la marcha un cortejo que parecía imposible ordenar. A los penitentes macarenos -de tres en tres- sin luz en sus cirios, pero encendida la mirada por el llanto de la incertidumbre, que buscaban el hombro de sus padres y familiares, en medio del caos y encontraron, la atención y el inmediato auxilio de los sevillanos que lo acogían como hijos. No hay más daño, que el que se le infringe a unos párvulillos o jóvenes bajo un antifaz, a quienes sorprende súbitamente el ruido de una especie de seismo de insospechadas consecuencias. Gracias a Dios que ese miedo tan humano, fue sofocado rápidamente, ante la intervención Divina de la Esperanza. AGRADECIMIENTO que hago extensible a todos los miembros que formaban parte de los cortejos, en esos decisivos momentos, tanto auxiliares, celadores, diputados, transmisores, oficiales de junta, paveros, manigueteros, capataces, contraguía y costaleros que supieron  capear el temporal de la marabunda, aferrándose a su puesto en la cofradía, con todo el alma, el corazón y espíritu fraterno y solidario. Llega el momento de AGRADECER, la labor castrense de los números de la Guardia Civil que custodian nuestro pasos, su comportamiento heroico y nivel de disciplina, compite con el amor y entrega sin límite que derrochan escoltando a sus venerados titulares, sin concesiones más allá de la medalla que lucen en sus pechos. Y como no- AGRADECER a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tanto locales, como comunitarias, como estatales, representadas por el CECOP, su intachable entrega al servicio y su presencia inmediata, tanto en el restablecimiento del orden, como en el trato solidario a las personas y Hdes en general, transmitiendo siempre y en todo lugar, el mensaje de serenidad y sosiego que las circunstancias demandaban. Pues a pesar de los muchos pesares, sin su intervención y presencia, nos hubiéramos temido lo peor y a las pruebas y testimonios gráficos recogidos, me remito. Por último al Pueblo de Sevilla, quien como todos los habitantes de occidente, lleva entre ceja y ceja, la amenaza terrorista, el miedo a esos lobos solitarios, que en el momento más inopinado, puede aparecer estrellando cualquier tipo de vehículo, allá donde se concentre la muchedumbre, lo mismo que proferir cualquier tipo de consigna constitutiva de alarma y sembradora de pánico. Ese pueblo de Sevilla, que como todos los pueblos del mundo civilizado, tiene miedo, piensa en cualquier momento, `pero no deja de saber estar permaneciendo en su nobleza; que puede salir corriendo, pero sabe pararse a tiempo -sobre los pies- y reacciona y pide calma y atiende, auxilia, recoge a sus paisanos del suelo y les abre el corazón, le acerca una silla, un palco, un trago de agua, un móvil, lo que tenga en sus manos, porque sabe, que nada ni nadie destruirá el fuego de sus creencias y tradiciones; porque sabe que su Semana Santa, la Semana Grande de Sevilla, es algo más que un todo religioso, político, social y económico. Que la Semana Santa es eso, pero sobre todo es,UNA BUENA NOTICIA, que nada ni nadie podrá empañar.

miércoles, 19 de abril de 2017

LA MADRUGÁ DE LOS SUEÑOS ROTOS

Varios días leyendo, casi todo lo escrito sobre esta Madrugá de los lamentos, revisando la multitud de videos sobre los momentos del pánico, en los puntos calientes donde se produjeron las estampidas -que al parecer y visto lo grabado- fueron más de atronadores ruidos que de nueces, rompiendo el tenebroso silencio de la noche. Varios días intentando digerir las declaraciones vertidas por las fuerzas y cuerpos de Seguridad, desde los informes de Emergencia, hasta las versiones de las distintas autoridades, sin poder quitarme de la cabeza, la rabia e indignación que me embarga ante el daño innecesario y cruel, sufrido por tantos paisanos de todas las edades -sobre todo los niños- que no olvidaremos, después de diecisiete años de rehabilitación, el nuevo trauma de esta madrugá.. No me cabe sacar otra conclusión que la del fracaso absoluto, tanto de los responsables de Organización -CGHH, como de las autoridades Municipales. Coincido con ciertas declaraciones vertidas, por algunos cronistas de la ciudad, en el sentido de que aún no estamos curados del espanto de aquella Madrugá, que hace 17 años, rompió el tarro de las esencias de nuestra Semana Santa, cambiando de rumbo y perdiendo el concepto de su ejemplar comportamiento en la calle, cultura de la bulla y manejo autóctono de las situaciones. Aquella Madrugá que nos dejó a todos, incluso a los que no la vivimos en la calle, tocados moral y anímicamente, después de 17 años, nos ha vuelto a recordar -de manera igual de lamentable- lo vulnerables que somos, a pesar de lo grande de nuestras creencias y sentimientos, de los que tanto alardeamos, que una manzana podrida es capaz de contaminar un cesto y que no hay nada peor, que enfrentarse al seismo incontrolado que rompe el más devoto silencio de la noche, para hacernos huir despavoridos, ante cualquier causa real o imaginaria. Sevilla ha vivido desde entonces estigmatizada, herida por no conocer a ciencia cierta las causas y culpables de aquel crimen sin causa, presa de todo tipo de especulaciones, abrumada por el amplio espectro de versiones oficiales, que han intentado resanarla, con el engaño de marear la perdiz: Tiritas, que como dice la canción, no curan el corazón partío por el desconocimiento de la verdad. Desde entonces, ni el aspecto que presentan las calles más reclamadas por el público, ni el mismo público, es el mismo que se apretaba dispuesto únicamente a disfrutar del esperado momento de sus cofradías de la Madrugá, viviendo lo esencial, lo más importante de su espíritu devocional y manejando a su comodidad el libre albedrío -que siempre ha estado presente- en la figura fantasmagórica de los gamberros, la envoltura externa que caía por el propio peso del respeto que imperaba, resolviendo felizmente, los problemas de botellona y alcohól que alborotaban  la Gavidia y Arfe, al sereno discurrir del Gran Poder y el Calvario. No cabe duda que en los tiempos que corremos, se masca la tensión, se respira la desconfianza, incluso en presencia de ciertos números de la policía que actuan, digamos al límite de su autoridad, se sufre con las carnes abiertas los altisonantes murmullos de la bulla, la aglomeración pública en ciertos puntos de la ciudad, como Placentines/Alemanes, El Salvador y Orfila, roza la claustrofobia en algunos momentos, sobre todo cuando procesionan más de una cofradía seguida y los agentes no regulan adecuadamente el tráfico peatonal a discreción. Es entonces, cuando cualquier ruido inopinado y salido de tono, puede encontrar el eco nefasto o provocar la histeria del miedo a lo desconocido. A todo este ambiente de tensión, se une  la psicosis de terrorismo que nos trasmiten diariamente, la amenaza que se cierne sobre occidente, el estado de alerta inminente en el que se encuentra nuestra nación y más concretamente la cultura andalusí, representada en sus Fiestas de primavera, verdadero caldo de cultivo para los lobos solitarios que todos tenemos aprisionados en nuestra mente. Sumemos también a esta madrugá de los sueños rotos, la interconexión masiva. la inmediatez de los medios de comunicación gracias a las redes sociales, la noche trágica de las pantallas táctiles, pidiendo, buscando, recabando, auxiliando y atendiendo, como el resplandor de los flases que encienden en plena oscuridad, el rostro imponente del Señor del Gran Poder, sin solución de continuidad. Todo ello a la hora de los sustos, entre las 3 y las 5 de la madrugá, cuando la mente se encuentra bloqueada por la ansiedad y el desvelo, los fantasmas del miedo, se despachan a su antojo, como el hambre, cuando se junta con las ganas de comer. Pasamos de la nada al todo, como dijo un costalero, entre tinieblas al ruido de la estampida de bizontes, como declaró otro testigo bajo las trabajaderas de la Virgen de la Presentación, del disfrute sentimental, del éxtasis interior y el recogimiento, pasamos al pánico que se lleva todo lo que encuentra por delante, arrollando a las personas y las cosas, porque el miedo es una alteración angustiosa del ánimo que no sabe distinguir entre lo real y lo ficticio. Y ya no hubo seguridad a la altura de las nefastas circunstancias, ni las vallas por gruesas y pesadas, ni el aforamiento por número de vigilantes, como se ve perfectamente en unas imágenes cedidas por la cadena OL, se convierten en armas y obstáculos de destrucción activas. Porque Sevilla y esto lo vengo escribiendo reiteradamente, está dividida en Semana Santa por la barrera infranqueable de una CO, que se blinda ante cualquier incidente, como un bunker, que puede llegar a aplastarnos los unos contra los otros, en sectores como Campana, Palcos y Avenida, mientras que la ratonera de Sierpes, actua como coladero de las estampidas y el cuello de embudo del Postigo, se convierte en un filtro mortal que te atrapa en su red. Por medio, los cortejos de los sufridos nazarenos y después lo más grande, desde el punto de vista de nuestra Fe. El aforamiento de la estrechez de Placentines resultó inútil para contener la estampida, gracias a Dios que no había gente entre los sectores de las Cuestas, semejante en densidad a las aglomeración de la Magdalena y Reyes Católicos, porque el miedo en su huída, no busca la soledad de las calles, sino el auxilio y calor de la arropía, como el dicho: "donde va Vicente, va la gente". Visto lo actuado y sobre todo oído los testimonios de víctimas y afectados por "las carreritas" uno humildemente, llega a la conclusión de que las vías llamadas oficialmente de evacuación, sirvieron tanto o menos que la actuación ejemplar del público, volcado en la caridad de atender a los danmificados, sembrando la serenidad y llamando a la calma, dentro del caos. Que la llamada "zona cero", epicentro donde, según las autoridades, se originó la rokambolesca, madre de todas las peleas -hablamos de la calle Arfe- es de toda lógica inconcebible de admitir, vamos que tiene menos credibilidad que la versión de los 7 u 8 individuos, detenidos -todos ellos con antecedentes- como responsables, mejor dicho chivos expiatorios de de esta maniobra orquestada, que sin duda alguna, fue la verdadera culpable de las distintas estampidas, malversado efecto dominó, que milagrosa e increiblemente, afectó-mira que casualidad- a todas las cofradías, como una ola, que desde el Postigo, pasa por la Avenida, los Palcos, Sierpes, la Campana, Duque Trajano y salpica a Dueñas, para arrasar desde la Magdalena, la calle Reyes Católicos y morir en el Puente Triana, wi... También opìno que estos actos, aunque marcados por la falta de respeto, valores, educación, saber estar e incultura radical, que salpica especialmente a la juventud en una sociedad en conjunto  multicultural y globalizada, NO tienen nada que ver con el comportamiento general de nuestra juventud, bastante seria y concienciada con los valores de nuestra tradición y cultura, especialmente sensibilizada con sus Hermandades y Cofradías, a las que se entregan con verdadero celo y devoción. Es curioso y doy fe, desde la atalaya privilegiada, que tuve en un balcón de la Campana, que durante los incidentes y repetición de conatos de estampidas, apenas circulaba público por los alrededores de Alfonso XII, Gavidia, Villasís, como así  lo hacían extensivo, las personas que subían procedentes de dichos entornos. No me quiero quedar con la visión patética del palio de la Virgen de la Concepción en el Salvador, tampoco con la Imagen del Señor, desolado en la calle Arfe, igualmente con los momentos vividos en calle Cuna, contra la pared y la fuerte sacudida al Palio de la Virgen de la Presentación en la Magdalena, así como el foco principàl de la estampida, sufrida por la Banda de San Juan Evangelista, Gracias a Dios y salvados por la Esperanza.... No, no quiero recordar lo que ví en la Campana, al paso de los primeros tramos del palio de la Señora.--Eran muchos, los niños y copioso el llanto de los puber...no tengo ánimo para expresarles, el ruido de ese temblor sísmico, contra nuestros más íntimos sentimientos. Me quedo con la Esperanza, entrando en el Duque, encendiendo las luces de la calma, con sus brillos inefables, era la única que podía poner orden, era la única que nos hacía despertar de la pesadilla y recobrar el sentido común, que solo Ella puede restaurar. 


Mi más profundo respeto y consideración a los cuerpos de Nazarenos de El Calvario, verdaderos soldados de Cristo, imperturbables, impertérritos, ajenos a los desmanes...así como al resto de las Hermandades de la Madrugá, especialmente a La Esperanza de Triana, el Silencio y los Gitanos, a las demás las he mentado en la anterior crónica. En cuanto a las medidas de urgencia propuestas por el Ayuntamiento...tendremos tiempo de analizarlas, si es que lo merecen. 

  

martes, 18 de abril de 2017

VEA VD EL DETALLE,

SEMANA SANTA 2017
 CRUZ DE GUIA HDAD DEL AMOR

 CORTEJO COFRADIA SERVITA
 PALIO VIRGEN DEL SUBTERRANEO
 CORTEJO PASO CRISTO BUENA MUERTE, HDAD. HINIESTA
 VIRGEN DE LA PRESENTACION HDAD. DEL CALVARIO
 DETALLE PALIO VIRGEN GRACIA Y ESPERANZA HDAD. DE SAN ROQUE


 MONAGUILLOS QUINTA ANGUSTIA
 RELIQUIA SANTA ESPINA, HDAD. DEL VALLE
 PRESIDENCIA PASO JESUS DE PASION
 DETALLE NUEVO MANTO VIRGEN DEL ROCIO HDAD. DE LA REDENCION

 CORTEJO HDAD. DE SANTA MARTA


 CRUZ DE GUIA HDAD. DE LA VERA CRUZ


 DETALLE MANTO DE LA VIRGEN DE LOS ANGELES, RESTAURADO
 CRUZ DE GUIA DE LA HDAD. DE MONTESION

 CORTEJO HDAD. DE LA QUINTA ANGUSTIA

PETALADA AL PALIO DE LA ESPERANZA TRINIDAD.

SABADO SANTO CENITAL

















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MACARENA UNIVERSAL.... "Ya viene, La Macarena"

 Serie: #Pararse,ahi Cap 04